Principe de Paz, God's Pentecostal Church

RESEÑA HISTORICA DE LA IGLESIA PRINCIPE DE PAZ. (Y se llamara a su nombre…. Príncipe de paz. Isaías 9:6) Nuestra iglesia está localizada en far rockaway, Queens NY. A poca distancia del aeropuerto JOHN F. KENEDY, y a tres cuadras de la última parada del tren (a) Y casi en el límite con el condado de Nassau. Nuestra congregación se compone de hermanos que provienen de alrededor de 20 países, residentes en el área de Long island. El principio de la obra se remonta a 1957, cuando bajo el nombre de “Génesis 3:15” se empezaron los cultos, bajo la dirección del Rev. Tomas Ramos Cabrera, se estableció en la calle 80 y Beach Channel Drive, por varios contratiempos ya que el gobierno tomo la propiedad para construir una calle, el recordado pastor de la iglesia asamblea Pentecostal en Brooklyn, Rev. Juan Delgado, encontró al Rev. Gregorio Nieves para hacerse cargo de la obra, otra vez en los hogares, en la casa de la hermana Ruthie Matos se reunían los jóvenes y niños. En 1960 los hermanos se mudaron a un local de la calle 65 donde hubo problemas de inundaciones por el mal estado de esa propiedad. Aunque los problemas no pararon, los hermanos seguían adelante confiando en Aquel en quien habían creído. Después de ocho años en el pastorado, el Rev. Nieves renuncio al cargo, asumiendo en 1975, el Rev. Sepulveda quien estuvo al frente por cerca de tres años, recordándose el despertar espiritual en la juventud, Llego el Rev. Luis Irrizarry, quien pastoreo la congregación por año y medio, siendo sucedido por el Rev. Rosendo Díaz. Otra vez se presentaron problemas con la propiedad de la calle 65, ya el gobernó decidió hacer una construcción vecinal en el área, Los miembros activos que para entonces eran 39, bajo la dirección de Rev. Díaz, y con la indispensable ayuda de señor, lograron establecerse, en el 1835 de la Mott ave. Donde al presente por la gracia de Dios nos encontramos. El sábado 26 de septiembre de 1970, se inaguro el nuevo templo todavía bajo el nombre de “Génesis 3:15” El regio servicio de dedicación estuvo precedido por el Superintendente del distrito Hispano del Este Rev. Adolfo Carrión, siendo Presbítero de la Sección de Long Island y Far Rockaway, el Rev. Leopoldo de Jesús. Dos años más tarde, por acuerdo de la oficialidad y de los miembros, se decidió cambiar el nombre de la iglesia, llamándose en adelante “Iglesia Príncipe de Paz” inspirado en el texto de Isaías 9:6. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre hombre; y se llamara así nombre, Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz. En 1977, y luego de diez años como pastor, renuncio el Rev. Rosendo Díaz. Siendo nombrado en su lugar el Rev. Luis Rojas, quien estuvo al frente hasta 1979, por estos años la iglesia experimento un firme crecimiento espiritual, Hubo preciosas revelaciones para edificar casa al Señor, con las hermanas Persida Morales y Blanca Vélez, que visitaban la iglesia como amigas de la hermana Sepúlveda. La actual propiedad fue puesta en venta por $ 90,000. Pero la iglesia solo contaba con $45,000. Producto de la venta de la propiedad anterior. El Rev. Rosendo y la congregación se pusieron a doblar rodillas y pedir la ayuda divina, clamando en ayuno y oración. El Señor que es fiel a sus promesas, puso en el proceso de la compra de la propiedad, al abogado Frank Seymour, quien compro la propiedad a su nombre, luego hizo arreglos con el Rev. Díaz, dándosele posteriormente la suma de $45,000.oo. y mensualidades de $ 500.00, hasta completar el crédito generosamente otorgado por el letrado. Como dice la palabra, todo tiene su tiempo, Es así que para 1979, el Señor de la obra ya estaba preparando a un varón que estaría al frente de la iglesia por cuanto menos treinta años, su nombre, nuestro querido pastor Rev. Edwin Robles. El hermano Robles, que era secretario general de la congregación, fue elegido por unanimidad como pastor de la iglesia Príncipe de Paz. A partir de entonces, el Rev. Robles junto a su amada esposa Julie Robles, vienen dirigiendo la obra en una manera extraordinaria, yendo de triunfo en triunfo todo para la Gloria de Dios.